De esta manera, comienza la carta encargada de anunciar el freno por tiempo indeterminado de una de las bandas más importantes del rock argento.
Veinte años antes, un grupo de amigos del Palomar se juntaban a zapar canciones de los Stone y hacer algún picadito. Grabando algunas canciones y tocando en boliches del Oeste del conurbano bonaerense, se fueron haciendo cada vez más conocidos debido a la fusión del rock con el candombe rioplatense y el tango. Cuentan que al primer recital fueron 65 personas, piojosos pioneros que en veinte años se multiplicaron por mil.
A principios de los 90, el Rock Nacional comenzaba una nueva etapa. Y en

El apoyo de los integrantes de Los Redondos y la participación de Skay Beilinson en algunos recitales fueron un puntapié decisivo para el impulso de la manada liderada por Ciro.

Comenzaron las giras por algunas ciudades y por la Costa Atlántica. Con camisetas de fútbol el frontman se plantaba en cada escenario demostrando su baile, recolectando piojosos por todo el país.
Corría el año 1994, y mientras los argentinos dormíamos en la comodidad del 1 a 1, aparece un video de rock furioso con el objetivo de despertarnos. “Cae Babilonia” cantaba Ciro como un profeta, vestido de obispo al mejor estilo Habemus Rock. De fondo, imágenes de las peores catástrofes de la historia del siglo, mezcladas con escenas de “fulbito” en el potrero. Y con la explosión del final del tema, nacía "Ay, ay, ay"

El resultado de este trabajo fue un compilado de enérgicos rockanroles (“Arco”, “Babilonia”, “Pistolas”, “Ximenita”, “Fumigator”, “Es Sentir”, “Te diría”) y pegadizas baladas (“Angelito”, “Ando Ganas”, “Muy Despacito”), demostrando de esta manera, la ductilidad de su obra.
El tiempo pasaba y cada vez eran más los seguidores que se iban sumando a la movida piojosa. Ayudando con pedidos en las radios, las pintadas de los trapos, la recomendación de boca en boca, la secada de bocha a los amigos para que se copen con la banda, los grafitis en las paredes del barrio, las remeras con las frases que todos desconocen, la asistencia perfecta en cada una de las fechas sea donde sea, (y todo por $2). Todo aquel que alguna vez siguió a un grupo desde sus comienzos coincidirá en que ésta es la mejor etapa del fanático. Etapa donde uno la siente de su exclusiva propiedad, y a la vez, con la obligación de hacerla masiva.
Y esto es lo que sucedió. Con un sentimiento de ambigüedad, mezcla de celos y alegría, los primeros piojosos celebraron la llegada de Tercer Arco, la placa que los catapultó a la popularidad.

“Esquina libertad, envido y truco del tiempo…”. Así comenzaba esta nueva placa, llena de éxitos que no paraban de sonar en todos lados. Un verdadero gol de media cancha, pero no de casualidad, apuntando al ángulo, prestando atención en cada detalle. Era el año 1996, y en los boliches argentinos se podía ver a todos los jóvenes coreando “El Farolito” o “Verano del `92”. Los chicos caminaban por las calles, con sus walkman, al ritmo de “Taxi Boy”. Las chicas sufrían por amor con canciones como “Todo Pasa” o “Gris”. Y por si fuera poco “Maradó”, el mejor de todos los temas dedicados al 10. (¿O preferís el de Rodrigo?)
Cinco Obras, dos Ferro, 10.000 personas en el Microestadio de Racing, 7.000 en Parque Sarmiento, Doble platino y record de ventas, videos en el Top Ten de Mtv, “Farolito” sonando primero en el ranking de todas las radios, una verdadera “Revolución Piojosa”.


Los recitales seguían amotinando fanáticos, y cada fecha era una ceremonia colmada de procesiones. Peregrinos asistían a un rito sin sacrificios, a una misa mística, reveladora y

El nuevo milenio comenzaba, y tranquilos por no haber sufrido los apocalípticos presagios de fin de siglo, los argentinos no teníamos idea de que lo peor estaba por venir. Mientras tanto, el


Primer disco independiente, grabado en Farolito Récords y con la incorporación en la percusión de Roger Cardero. Producido artísticamente por Ciro, y por el gran Ricardo Mollo en guitarras.
En todas las radios sonaba “Vine Hasta Aquí”. “Ruleta” la rompía con el video que terminaba con los dados formando el piojito. Este gran álbum parió temas como “María y José”, “Luz de marfil” y “Fijate” (cantado por Mickie), clásicos que nunca más faltaron en los rituales. Y no hay que olvidar “Morella”, un auténtico himno piojoso.
Siguieron los shows, y siguieron rompiendo sus récords: metieron 30.000 personas en la cancha de Atlanta y 35.000 en la de Huracán. Las primeras ediciones del Cosquín Rock, y giras por Estados Unidos. Cuatro Luna Park repletos e inolvidables con invitados de la talla de León

El tiempo pasaba y la gente esperaba un disco. Finalizaba el 2003 cuando los músicos culminaron su obra. Después del rojo, el azul y el verde, llegó el turno del naranja, el color elegido para tunear

Máquina de Sangre llegaba lleno de hits y rocanroles de una calidad increíble. Al piojo también lo tunearon y quedó cibernético. “Como Alí” nos seco la cabeza de tanto sonar, y los chetos enloquecían en los boliches sin saber qué estaban

El disco fue presentado en el Monumental el 20 de Diciembre de 2003, transformando a Los Piojos en la banda más convocante de la actualidad: 73.000 personas disfrutaron del rito. Y por si fuera poco, llenaron dos veces la cancha de Vélez sumando 90.000 seguidores, y 55.000 en La Plata.
La máquina parecía imparable, pero frenó en 2005 cuando Ciro tuvo que operarse las rodillas. Y corrieron los primeros rumores de separación.
Con un show cargado de expectativas, decidieron volver en Santa Fe, donde se convocaron seguidores de todo el país para celebrar el regreso. Después de llenar dos veces el Estadio de Boca Jrs., cumplieron el sueño de ser teloneros de los Rolling Stones en los dos espectáculos que brindaron a comienzos del 2006 en el Estadio de River Plate. La suma de estos conciertos tuvo como resultado que la banda de Palomar llegue a la pantalla grande de la mano de sus dos DVD´s: “Fantasmas Peleándole al Viento” y “Desde Lejos No Se Ve”.
Después de encerrarse durante los primeros meses del 2007 en los estudios El Farolito, Los

Vendiendo 80.000 unidades y transformando “Pacífico” en el tema del año, Los Piojos lograron tocar un techo que trajo como consecuencia la retirada de Pity Fernandez (actualmente en La Franela) y comenzaron nuevamente los rumores de separación.

“Queremos decirles a todos que el espíritu piojoso seguirá vivo. Eso ustedes quizá lo sepan mejor que nosotros. Cada tatuaje seguirá llevándonos adonde vaya.
Lo que no queremos es especular. Queremos hacer música y arte. Y como alguna vez dijo una canción, "si vos querés estar libre, si querés alto volar, que haya un hachazo en tu ojo, pero una flor en tu ojal".Un abrazo de veinte años, enorme, con todo el corazón. Gracias y hasta la próxima.
Los Piojos.-
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